miércoles, 10 de abril de 2013

Langa tercermundista

La semana pasada pensaba (si, a veces pienso) que es una lata el miedo que he adoptado paranoicamente en esta ciudad a invitar a gente que me cae bien a algún lado (específicamente mujeres) a cualquier lado, ya sea a un café, una peli, una obra o tomar algo. Me desagrada profundamente el machismo, no solo masculino, que existe en el cual invitar a salir a cualquier persona del otro sexo, significa inmediatamente que te la queres garchar o a lo menos besuquear, muchas veces es solo que alguien me agrada, que en general mi circulo de amigos es bastante reducido y cuando conozco a alguien me agrada conversar con ella.

Si, ok, toda conversación cautivante es un acto erótico, eso no se puede negar, me enamora conversar con alguien inteligente, pero justamente es eso, esa es la razón por la que no quiero perder el contacto con esa persona, porque me produce placer su cerebro, lo que dice, lo que plantea, como lo manifiesta, sus pasiones, etc. De ahí a querer cogérmela hay un gran trecho, porque también me sucede con hombres, que me cautiva conversar con ellos, y eso no me hace puto, es más no se me pasa ni por la cabeza garcharmelos, pero en toda conversación existe ese erotismo, es cierto que entre dos hombres, ya sea hetero o gay, es más agresiva la forma erótica, más violenta, quizás por la misma razón me gusta menos, pero insisto. Me da mucha lata dejar pasar chicas muy interesantes por el miedo a que piensen que soy un pajero que solo se las quiere chamullar.

Me chupan un huevo los galancetes que quieren chamullar, no me interesa ser uno de ellos, ni es mi intención, tal vez por la misma razón me persigo tanto, los encuentro seres muy tristes.

Bueno, razón por la cual, decidí escribirle a un par de chicas que en algún momento pensé me gustaría juntarme con ellas, y nunca lo hice por miedo a parecer langa tercermundista, desafortunadamente no hubo tantas respuestas como las esperadas, pero me alegra haberlo hecho y combatir este machismo boludo, que daña las relaciones humanas normales, en la que uno puede conversar con cualquier otro ser humano e invitarlo a donde se te cante el culo, sin miedo que lo tergiversen o piense que uno piensa con la verga.
Eso seria todo, gracias.

domingo, 7 de abril de 2013

Me agrada mi cadaver

Hay domingos en los que despertarse a las 8:30am y partir a los bosques de Palermo, puede sonar como una pésima perspectiva, pero hay domingos que el mismo panorama resulta muy entretenido y si termina en un café, mejor.
Hoy es de esos días que arrastro el cadáver contento por la vida, tan improvisado que empieza en un parque, pasa a picnic, concierto, y terminamos conociendo el Hipódromo, es increíble la cantidad de historias que se pueden ver en las caras y cuerpos de los personajes que deambulan ese lugar, me podría hacer adicto a los hipódromos y nunca apostar. Cuento aparte los ya sabidos nombres de los caballos.
En fin, a perfect day.

sábado, 6 de abril de 2013

Cosmopolitismo (Kwame Anthony Appiah)

El otro día "compre" el libro Cosmopolitismo de Kwame Anthony Appiah, hace mucho tiempo tenia ganas de tenerlo, tenia el otro chiquito "mi cosmopolitismo", pero es una entrevista.
Esta muy bueno, hoy recién lo comencé, voy apenas en la pagina 50 pero tiene muchas citas citables. Plantea de forma muy simple un paradigma contemporáneo con el que se pueden traducir muchas cosas, en fin, dejo una cita que cita de las primeras paginas.(palabra del día: Cita)

"Los Cosmopolitas[...] ven a todos los pueblos de la tierra como otras tantas ramas de una familia única, y al universo como un Estado, del cual ellos, junto con otros innumerables seres racionales, son ciudadanos, a fin de promover la perfección del todo de acuerdo con leyes generales de la naturaleza, mientras cada uno, a su manera, se ocupa de su propio bienestar."
(Christoph Martin Wieland, 1788)

miércoles, 3 de abril de 2013

Tanta cosa que no escribo

Claramente, este blog nunca tendrá la continuidad deseada, ya ni siquiera intento prometer que la tendrá. Incluso bajé el app para el celular, pensando escribir en el subte, el bondi o algún lugar, pero nada, creo que la cosa de la escritura siempre me es un lío, y peor aun en un blog cuasi semi publico. En fin ahora pensaba que hay tantas cosas interesantes que me gustaría escribir o reflexionar e incluso (y obviamente en mi caso) reclamar, pero nunca uso esto, al parecer el Zuckerberg, me formateo el cerebro y todos mis comentarios no tiene mas de 5 lineas.
Empecé este blog hace siglos, cuando me venia de Chile, por solo un tiempo, era una forma de comunicarme con mi pareja de ese momento, amiga a la que quiero mucho aun, cada uno por su lado. Luego estuve en una larga y extraña relación a veces tortuosa, muchas feliz y demasiadas de mierda, en esos 4 años de idas y venidas, solo escribí un par de veces y noté que fue en los periodos sin ella, cuando estuve en otra relación, bastante más feliz, que autoboicotié, y terminé volviendo a la tortuosa, no necesariamente una cosa llevo a la otra, pero en fin, esa poca regularidad emocional, también calza con la de este blog, extraña relación, pero así es.
En esta época de soltería, bastante grata y feliz, he querido volver a escribir, quizás un poco a falta de interlocutor y un poco con la idea de que es como tirar una botella al mar.
Pero ya no hay caso, estoy desentrenado.
¿Por que mi poca continuidad en esto tiene que ver con mis relaciones y no con mi trabajo, mis pasiones u otras índoles? ni idea, solo sucede así. Muchas cosas han sucedido en estos años. Pasé a ser un extranjero porteño sin darme cuenta, ya no me iría de esta ciudad tan fácilmente, no volvería a Chile, no me gusta estar allá, tampoco es que ame acá pero me siento más a gusto, la odio como todos y la amo como muchos. Ahora medio cesante y en mi casa todo el día, con una economía en el bolsillo tal como la del país, se ha presentado la pregunta de ¿y si voy a Santiago? pero no, no puedo, no puedo imaginar una vida allá.
Como dijo Borges
BUENOS AIRES
Y la ciudad ahora es como un plano
de mis humillaciones y fracasos;
desde esa puerta he visto los ocasos
y ante ese mármol he aguardado en vano.
Aquí el incierto ayer y el hoy distinto
me han deparado los comunes casos
de toda suerte humana; aquí mis pasos
urden su incalculable laberinto.
Aquí la tarde cenicienta espera
el fruto que le debe la mañana;
aquí mi sombra en la no menos vana sombra final se perderá, ligera.
No nos une el amor sino el espanto;
será por eso que la quiero tanto.
Y la ciudad ahora es como un plano.


No sé, esta fue otra mas de esas divagaciones que de vez en cuando, escribo aquí.