sábado, 25 de enero de 2014

Cafés

Mucho se ha dicho, escrito con frases intelectualoides acerca de los cafés, ahora para algunos está de moda sentarse con la notebook en esos lugares de jugo de café que son los Starbucks, y otros -por el mismo snobismo que es ir a esos MacDonalds del café- no van, y se las dan de hipsters vintages en los cafés notables, ojalá siempre cerca de la ventana o algún lugar visible.
Pero para muchos otros, jubilados en su mayoría o viejos, y si no con mentalidad de anciano, van a los cafés "para estar en el café", a algunos les ha servido un psicólogo, otros van a cuanta cosa les sirva como terapia, pero año tras año, existe solo un lugar que es mi terapia y mi refugio del tiempo, los cafés.
Si bien amo esas viejas cafeterías, con mozos cascarrabias, que te miran feo si les moves algo cuando te están poniendo el plato, últimamente el Tienda de café a tres cuadras de mi casa, me esta cautivando, el jazz que ponen, ayuda. 

Café Los Galgos, Lavalle y Av Callao 501.
" ¿ Que a qué se va al café entonces ? ¡ Ah! Es un secreto demasiado sutil para que pueda transmitirse por el medio grosero de la palabra (...) sólo acierto a decir que, aunque muchos van al café para hablar de política- en la que buscan siempre la misma excitación nerviosa que obtenían antes con la cafeína- o para jugar al dominó, los verdaderos hombres de café no va a eso ni a nada parecido. Van al café y esto es todo. Van al café para estar en el café "
  Julio Camba 


Y hablando de ser como un anciano:


¡Jovencito! Yo nunca he sido joven,
lo que se llama joven. Como un viejo
de cinco años de edad meditaba en la muerte
revolviendo una poza con un palo.

(A los quince, a los veinte, a los veintiocho
revolvía una poza con un palo). 

(Armando Uribe, No hay lugar)


Parecido a mi abuelo, con su abrigo
me paseo gravemente por mi pieza
a los doce años. Leo las cartas de Lord Chesterfield.

El resultado es éste: a los treinta y cinco años
estoy tendido en la cama de mi pieza
y soy mi propio abuelo.
(Armando Uribe, No hay lugar)

sábado, 11 de enero de 2014

Tarde de parque (Rivadavia)

Después de un intento fallido por ir a grabar Cramber (una extraña serie de ciencia ficción que está grabando un amigo y compañero del taller de Perrone), ya que la línea de tren Sarmiento, como suele suceder estaba cortada, me vine para el centro de Caballito en busca de un regalo para Juanchi (sobrino de Mer, que es mi nuevo amigo porque me cae bien, con Mer ya no estamos juntos pero somos amigos, vale la pena aclarar y declarar la soltería). Como suele suceder y pese a que está vez miré otras cosas, terminé comprando libros, dos para Juanchi, dos para mi y uno para Mer (que lo estoy leyendo antes de regalarlo, y ahora me lo quiero para mi porque me encanta Graciela Cabal).

Ya que andaba por aquí, tenía agua, mate y yerba en la mochila (por lo del tren a Moreno, allá grabamos Cramber), cambie mi antojo y casi hábito de ir a cafés, por mate, pasta frola, libro y parque. Me puse a leer y he aquí lo raro, primero un viejito se me pone a hablar de lo bueno que es leer en el parque y algunas divagaciones sobre la historia del parque, mezclado con comentarios políticos anarquistas y otros bastante fascistas a la vez. Luego un chabon de los que venden Hecho en Buenos Aires, me ofreció la revista al decirle que estaba leyendo otra cosa y no me quedaba plata, porque la gasté en libros, me pidió si le podía leer algo, mientras se tomaba un mate (de mi mate), le leí como 20 páginas, anotó sobre una de sus revistas el nombre de Graciela Cabal y se fue diciéndome que otro día le siguiera leyendo (casi ni tomó mate). Acto seguido viene un pelado con pinta de personal trainer a ofrecerme medias, le digo que no, me pregunto si me gusta leer, le digo que si, me regala dos libros de su mochila y se va. Eran libros chotos, pero a esas alturas ya no entendía.
Mientras escribo, un señor muy de traje me entrega un papel de "Cristo es la solución", enfrente tengo dos señoras de cuarta edad, lentes fashion, ropa de dama mayor y zapatillas Nike flúor y un ex drogadicto, sin trabajo con una bebita me ofrece llaveros con destapador y formas de diversos animales. Pasa un hombre vendiendo "helados, helados fríos, fríos los helados".
Demás está decir que del libro, llevo 40 páginas en casi dos horas. El mate se enfrió.


Ps: Un señor que estaba sentado al principio, cuando llegué, en la banca frente a la mía, se había ido hace algún rato, ahora pasa y me pregunta si soy escritor, no (silencio incómodo), ¿Pero me puede dar una moneda para llegar a Liniers que el tren está cortado? Eso no se lo cuestiono y a como ya el día supera mi capacidad de comprensión, le di un billete de $2. Ahora pienso, que para el bondi el billete no le sirve un carajo. En fin, hoy no era un día para leer al parecer.

jueves, 26 de diciembre de 2013

jueves, 21 de noviembre de 2013

Ahora solo esperar a ver que sucede.

jueves, 21 de noviembre de 2013
Gracias a Viole Villa, por la ayuda con las marcas.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Al final...

Me voy, creo, supongo, porque no sé si es lo que creo, si supongo que es lo que debo hacer.
En este espacio semi público (bastante masivo en todo caso), de alguna forma me cobijo en el alterego cibernético, lo cual es ridículo porque los cinco boludos que leen esto más el que cae sin querer, con leer dos post ya saben quien carajo soy, pero bueno. Así estamos, lleno de contradicciones y también viceversa (parafraseando a mi cliché favorito, Benedetti)
Me voy deseando no hacerlo, deseando que las cosas hubiesen sido diferentes, haber tenido la sapiencia para saber que hacer, tener una opción B, pero nada, sólo sé irme y decir que sos de los mejores sucesos en mi vida, lástima nos quedamos en los ensayos, ni idea que significaba el estreno, pero me gustaba crear y creer en esta apuesta en escena.
Una gira hubiese sido linda.
Finita la comedia.
El teatro sigue.

(Actualizando unos días después: Fue una depresión mia de boludo, la dejo solo para que quede en acta las boludeces que a veces hago de puro aweonao que soy)

jueves, 10 de octubre de 2013

Che ¿vos pensás que te parecés?


jueves, 10 de octubre de 2013

Un día X (16 de sept) hace un mes aprox, veo un mensaje privado en facebook del Perro, diciéndome, "Eh Chile, tengo que hablar con vos, llamame. q tal chile , me puede yamar 4481..." (Perrone tiene una manía por escribir con faltas de ortografía para hacerse el anarko punk) lo primero que pensé fue, "uuuuh que cagada me habré mandado, me van a echar del taller, claro aun no entrego esa puta ficha de inscripción, ah quizás es porque puse el DNI de Chile, me va a pedir el de acá y aun (después de 5 años) no lo tengo" Puse cara de cool, porque Mercedes estaba a mi lado y no quería parecer el paranoico culposo que siempre soy. Cuento corto, lo llame des la casa de Mer, apenas llegué, porque ella me insistió en realidad - mi cualidad de huir con el culo de la jeringa es una cosa antologica- y me dice ¿che, vos crees que te pareces a Pasolini? Sacate unas fotos y veamos que onda.
Comienzo a escribirle a mis amigos fotógrafos para sacarme fotos de esas que odio tipo casting, en el trascurso de la semana me escribe unas 5 veces pidiéndomelas, hasta que me dice, que me deje de joder y las saque con cualquier cámara de celular, le pido a Mer que me las saque y resultaron rebuenas, ahora estoy siendo Pasolini en una película de Perrone, mirá vos.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Pesimistas?

Leyendo obsesivamente a Emile Cioran hoy, me doy cuenta de un error de términos, que es básico al momento de observar la vida (por lo menos la mía).
Se divide muchas veces el mundo entre optimistas y pesimistas, pero olvidan un grupo no menor, el de los decepcionados, esos optimistas que saben que la vida los va a cagar (tarde o temprano y en más de una ocasión) porque ya los ha cagado, pero que luchan para que la cagada sea menos que la lucha por que no lo sea, esos que por decepción deciden sonreír, burlarse de todo, aprender y aprehender lo máximo posible. Radri solía decir que los que ya están muy jodidos son los que más pueden reírse de todo, que ya queda solo reír o echar puteadas. También podemos hacer el mix y reírnos echando puteadas.
Son esos que no tienen cara de feliz para ser optimistas, pero son demasiado optimistas para ser pesimistas. Esos que en vez de armar lio por las cagadas optan por burlarse de ellas hasta que la cagada se procese y si no, por lo menos la pasaron bien, como los Marx o como Radri (gan). Por algo para Artaud el mejor ejemplo de teatro de la crueldad era el humor de ellos (los Marx).
Citando a Cioran "No son los pesimistas, sino los decepcionados los que escriben bien"


(Aclaro de antemano, no por esto estoy diciendo que escriba bien, estoy muy lejos de eso. Solo adhiero a esta categoría alternativa al dualismo pesimista/optimista)

martes, 27 de agosto de 2013

Lo Abstracto

Vagando y divagando de libro a libro, creo que en general el arte al igual que la vida, si bien son cosas abstractas, inasibles y muchas veces no podemos catalogarlas con nombres y definiciones -es más, creo que no se debería- sin embargo, uno siempre ha de saber que quiere, llegue o no a ese punto, lo manifieste de la forma que pueda, creando nuevos espacios, resignificando los pasados, la cosa es que uno (al igual que en la vida) ha de saber que quiere, el por qué, como y demases son bastante más libres, pero el qué, pienso que es fundamental. ¿Como le das una indicación a un escenógrafo si no sabes que quieres? El puede poner toda su sapiencia y arte en interpretarlo resignificarlo y coordinar para llegar a un punto en común, pero si no sabes que quieres (como en la vida) dedícate a otra cosa.

En la vida y en el arte nadie te puede dar formulas, pero sin pasión no juegues a nada, Girondo decía que hay que "Trasladar al plano de la creación la fervorosa voluptuosidad con que, durante nuestra infancia, rompimos a pedradas todos los faroles del vecindario", ese acto rabioso contra la vida no hacia sentir vivos, vivir el presente siempre buscando que queremos de él, inconformes quizás, melancólicos también, pero siempre en el presente, sin eso no se hace un carajo de futuro, Groucho dijo alguna vez "¿Por qué debería preocuparme por la posteridad? ¿Qué ha hecho la posteridad por mí?" la posteridad , ya se vera, se trabaja día a día, hoy planeo para el próximo año porque hoy lo quiero hacer, quizás el próximo año ya no quiero, pero hoy quiero que sea eterno, eso es el arte a mi entender, un ente que sucede en presente eterno siempre (valga la rebundancia, como dijo el burro).

Que se yo... divagaba hoy y pensaba que me importan muchos los qué y nada los cuantos, ni los comos.

¿Como medir la pasión por algo? se siente o no se siente, punto.
¿Podrías decir que Artaud era más apasionado que Harpo Marx, porque gritaba más? Es una pelotudes.